Un ministro, en el cristianismo, es una persona creyente, autorizada por una Iglesia u otra organización religiosa para realizar funciones eclesiásticas, como pueden ser la enseñanza de las creencias, una serie de servicios destacados como bodas, bautizos o funerales o el de proporcionar una guía espiritual a la comunidad.
En las iglesias católica, anglicana, ortodoxa, luterana nórdica y ortodoxas orientales, se enfatiza el concepto de sacerdocio. En otras confesiones cristianas, como en las iglesias baptista, congregacionalista, metodista, presbiteriana o reformada, el término 'ministro' generalmente se refiere a un miembro del clero ordenado que dirige una congregación o participa con un determinado papel en un ministerio paraeclesial. Esa persona puede servir como presbítero, pastor, predicador, obispo, capellán o anciano.
Con respecto a las denominaciones eclesiásticas, a muchos ministros se les llama 'reverendo'. Sin embargo, como título, algunos otros utilizan el apelativo de 'pastor' o 'padre'.